Tuesday, December 31, 2019

Saturday, October 19, 2019

Un político en su salsa



Un político en su salsa
Perú Jan 5, 2010

El astro de la salsa dura es también un respetado político en Nueva York. Sus luchas sociales lo apasionan tanto como la música. Esta noche será un activista sobre el escenario del Festival Mundial de la Salsa que tomará por asalto la Videna de San Luis
Música con mensaje. Su carrera musical ha estado marcada por la reivindicación de la cultura latina. Ahora, como político, trabaja en promover la presencia hispana en EE.UU. (Foto: Magali Del Solar)
Hasta ahora ciertos fanáticos de la salsa se refieren a Willie Colón como 'El Malo'. La afición se resiste a dejar el apelativo que hizo famoso a este músico, quien nunca se molestó demasiado en quitárselo de encima.
En su momento, 'El Malo' era el hombre. Uno de sus discos más famosos lleva ese apodo por título. En otro disco célebre, 'Asalto navideño', a dúo con el mítico Héctor Lavoe, ambos aparecen robando un televisor de una residencia.
En un segundo volumen, ambos simulan un atraco al trabajador de un grifo. Las alusiones lumpenescas en sus discos son numerosas. La gente se creyó tanto el apelativo que –según los cronistas– en los conciertos populares no faltaba quien terminara buscándole la bronca para probar su bravura. 'El Malo' se hizo mito. Se ha llegado a decir que el aura feroz del Colón de esos años dio forma a una actitud popular que está considerada la esencia de la salsa.
Cuarenta años después, tras una diluviana carrera musical, 'El Malo' es considerado un personaje modelo. Colón tiene las llaves de la ciudad de Providence y es ciudadano honorario de Baltimore. Tiene la más alta condecoración de la Universidad de Yale y a mediados de los años noventa ya estaba considerado entre los cien hispanos más influyentes de Estados Unidos. 'El Malo' nació en el peligroso barrio del Bronx y se abrió paso a trompadas, pero hoy trabaja en una agencia del Gobierno Estadounidense que promueve la participación de la comunidad latina en la vida de ese país. De alguna forma se da abasto para hacer política sin dejar la música, como queda demostrado con su llegada a Lima.
¿La política es un nuevo escenario para las inquietudes sociales que antes expresaba con salsa?
Yo me postulé en el 2001 para vicealcalde de Nueva York y, aunque era imposible ganar porque allá las campañas son multimillonarias, nosotros con unos cuantos pesitos logramos salir terceros. Hubo una respuesta importante de la comunidad latina y eso es lo que necesitamos, que el sistema estadounidense comprenda el número que somos y el poder que tenemos. El 50% de los niños de Nueva York es latino. Es una ola que nadie va a poder resistir. Ahora empecé con el turismo para atraer turistas latinos a Nueva York y que exista una estructura para recibirlos. Eso lo maneja una comisión dentro de la alcaldía, formada por 52 comisionados entre los que está Jennifer López, Robert de Niro y muchos magnates del entretenimiento. La meta es desarrollar la economía latina de Nueva York. Es necesario para nuestro progreso, porque, ya ves, en las películas se sigue manejando el estereotipo del latino como el villano, lo que antes sucedía con los negros.
Hace mucho tiempo usted dijo que los latinos nos sentíamos amilanados por esa imagen.
Eso sigue y tenemos que luchar de una manera económica, política. Hace poco un estudio determinó que la economía latina en Estados Unidos mueve 600 billones de dólares. Es el dólar latino. Entonces, no somos un problema, somos una ayuda.
Hablando de estereotipos, usted tiene un famoso tema llamado “El gran varón”, que habla de la homosexualidad y el estigma. ¿Como político, qué piensa de toda esta polémica sobre el matrimonio gay en su país?
Bueno, yo estoy de acuerdo en que esas parejas tengan algún tipo de protección legal, pero en lo que se refiere al matrimonio en sí, dentro de la Iglesia, no creo que pueda pasar. Una cosa es reconocer la unión de dos ciudadanos que pagan sus impuestos y tienen sus derechos y dicen: nosotros somos una pareja. Eso no puede molestar a nadie. Ahora que se pretenda reconocer un matrimonio en el sentido religioso es otra cosa.
No faltará quien diga que usted se ha vuelto un tanto conservador...
No sé, después de veinte años en esto, pues siento que si en un principio tuvimos una actitud de choque, diciendo las cosas que muchos no querían escuchar, que no eran políticamente correctas, ahora puedo usar una táctica un tanto más conservadora. Vengo con más poder, más peso, pero mis creencias siguen siendo la igualdad, paridad para los latinos en Estados Unidos. Quiero que la torta se reparta igual para todos, como debe ser.
¿Por qué esa voluntad de trabajar desde la política, que no tienen otros astros de la salsa?
A diferencia de otros artistas, yo nací y me crié en Estados Unidos, bajo las leyes del 'apartheid' que duró hasta el año 63. Éramos una comunidad marginada. Era igual que Sudáfrica. No estaba permitido que dos personas de distinto color se casaran y la gente tenía que ir a escuelas distintas e incluso utilizar sanitarios separados. Un país donde la Constitución mandaba que éramos iguales, pero separados. Y entonces a nosotros nos mandaban a “nuestra” escuela, aunque esta fuera un arrabal destrozado, mientras que para los blancos había una escuela bonita y nueva. Dicen que uno puede ser cualquier cosa que uno quiera en Estados Unidos, pero esa es una promesa que nunca he visto, todavía.
¿Algún episodio personal de discriminación lo marcó?
Toda la vida. Cuando yo era chico, un latino podía caminar por las calles y de pronto venía un policía mayor y te daba un varazo en la cabeza o en el estómago y te decía “Vete para tu casa, ratoncito”. Me pasó muchas veces. Ahora, yo tengo cuatro hijos que pasan algo parecido. Yo tengo varios doctorados, domino el inglés y soy estadounidense de segunda generación, pero ven el apellido y a mis hijos los mandan por el otro sistema. Entonces estamos ante una resistencia sistemática. Representamos una amenaza para ellos. Ya te digo, en algunas ciudades tenemos el 50% de los niños en nuestra comunidad y somos la minoría más grande del país. Pero van a hacer todo lo que puedan para que sigamos así: ponernos drogas, darnos una educación inferior, tratar de fomentar la separación y la disonancia entre los latinos.
¿Todavía lo siente?
Sí, pero la cosa cambia cuando tratan de convocar al voto latino, nuestros dólares. A veces se dice que las cosas se mueven con el palo o la zanahoria. Entonces tienen que ofrecernos la zanahoria.
Hay una frase dramática de Héctor Lavoe que dice: “Pero cuando el show se acaba, soy otro humano cualquiera”. En su caso, después del cantante famoso y del activista político, qué queda.
Pues allí está la razón por la que me metí a la política, porque en el mundo de la farándula siempre era: “Oh, sí, señor Colón, pase por aquí”. E incluso los estadounidenses me decían: “Ah, usted es Willie Colón”. Pero cuando bajo de la tarima y salgo a la calle recibía el mismo tratamiento, el mismo desprecio y discriminación. Entonces siempre estoy sensible, puedo percibir en qué sitial estamos porque salgo a la calle y allí no saben si soy artista o si trabajo para el Gobierno. Voy probando el tratamiento que recibo.
¿Por qué dos estrellas de la música como usted y Rubén Blades no lograron el puesto político al que aspiraron en su momento?
En realidad, una vez yo quise lanzarme para senador, pero no lo hice. Luego me postulé para vice-alcalde y llegué en tercer lugar. A partir de entonces yo he podido trabajar con un cargo político, manejo una agencia que mueve millones de dólares y desde ese lugar he logrado ciertas metas, martillando sin echar para atrás.
¿Diría que la actitud brava de la salsa original se ha convertido en una actitud política?
Hay que buscar una reconciliación entre las dos cosas. A muchos latinos les gusta mucho la salsa, pero les importa poco la política. Es necesario tratar de arrastrarlos hacia la participación y que salgan de las sombras y de las orillas de la sociedad para que puedan ser vistos. Esa es mi meta. Yo solo quiero dejar unas ideas, una música, un mensaje de servicio para mi comunidad. Lo que cuenta es el esfuerzo.
Usted siempre tiene una frase que agarra carne en algún lado. ¿Se siente un opinador?
Bueno, creo que tengo derecho de opinar después de casi cuarenta años en esto.
¿Y le molesta que esas frases se presten a malentendidos con otros artistas?
No. Es parte del bochinche y la farándula. No me molesta.
Como político tampoco tuvo miedo de decir las cosas claras, sea respecto a la comunidad cubana o a la situación de Puerto Rico.
Bueno, yo a veces he dicho cosas de una manera que de repente no era la mejor, pero que se tenían que decir. Ahora hay acercamientos para corregir algunos de los errores. Por ejemplo, hace poco yo era uno de los principales problemas para los organizadores del Grammy Latino, pero ahora he sido invitado a ser uno de los jueces. Acepté en ese espíritu de conciliación y di mi opinión para elegir a los nominados.
'El Malo' se ha puesto conciliador...
Bueno, todos tenemos que ir evolucionando. Lo importante es la persona que llegamos a ser en el camino.
El Festival Mundial de la Salsa
David Hidalgo Vega
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Friday, October 11, 2019

The Supreme Court Has a Chance to Bring Constitutional Equality to Puerto Rico

JURISPRUDENCE


The Supreme Court Has a Chance to Bring Constitutional Equality to Puerto Rico

A century ago, the court denied rights to territorial residents because they are an “alien race.” It’s time to end this vestige of “separate but equal.”

Justices of the Supreme Court pose for their official photo.
Justices of the Supreme Court pose for their official photo on Nov. 30.
Mandel Ngan/AFP/Getty Images

I was born in Puerto Rico. That makes me a U.S. citizen and a Puerto Rican. I am equally proud of both. I now live in the mainland United States, where I enjoy full constitutional rights just like all other U.S. mainland residents. But some of those rights apply differently when I return. The constitutional right to a trial by jury, for example, applies not at all. That’s because 120 years ago, the Supreme Court ruled that Puerto Ricans (and residents of other island territories not on the path to statehood) were not entitled to the Constitution’s full protections. The reason? Puerto Ricans were an “uncivilized” and “alien race.”On Tuesday, the Supreme Court will hear argument in Financial Oversight and Management Board for Puerto Rico v. Aurelius Investment LLC. On the surface, the case concerns a constitutional challenge to the board overseeing Puerto Rico’s debt restructuring. But deep questions going to the heart of the long relationship between the United States and Puerto Rico lurk just beneath. And the Supreme Court’s past reliance on offensive racial assumptions to answer those questions will again be on display.
More than geography or distance, Supreme Court case law has framed Puerto Rico’s relationship with the United States—and the second-class constitutional status of Puerto Ricans—for more than a century. As long as U.S. territories were populated principally by white citizens, the court commonly treated the Constitution as “following the flag.” It governed in the territories just as it did in the states.
At the turn of the 20th century, however—around the same time that it upheld “separate but equal” in Plessy v. Ferguson—the court created an unprecedented rule in decisions known as the Insular Cases. Going forward, the Constitution would not fully follow the flag to newly acquired overseas territories. Some of its protections—including the fundamental right to jury trial—did not apply.
Today, Puerto Rico still owes much of its bizarre intermediate status to the Insular Cases. The island’s native-born inhabitants have been U.S. citizens since 1917, and federal law (other than the Constitution itself) applies there with full force. Yet Puerto Rico remains a so-called unincorporated territory. In the words of the Insular Cases, it “belongs to, but is not a part of, the United States.” Now, parties in Aurelius have relied on the Insular Cases to argue that the “territorial incorporation doctrine” allows Congress, when it regulates Puerto Rico, to ignore the appointments clause, which requires that some federal officers be appointed by presidential nomination with the advice and consent of the Senate.
Puerto Rico’s second-class constitutional status was then and now a kindred spirit to Plessy and Jim Crow segregation. It was only once the United States annexed island nations inhabited by nonwhite peoples that the Supreme Court held that the Constitution would not fully protect certain residents of territory under U.S. control. And in doing so, the Supreme Court relied explicitly on the belief that the new territories’ inhabitants were racially inferior.
In Downes v. Bidwell, the leading Insular Cases decision, Justice Henry Billings Brown cautioned against extending the Constitution to “possessions … inhabited by alien races.” “Grave questions,” he reasoned, would otherwise force Congress to act in ways it would not in “territory inhabited only by people of the same race.” Justice Edward Douglass White warned against admitting “unknown island[s], peopled with an uncivilized race” whose inhabitants were “absolutely unfit” for U.S. citizenship. And in Balzac v. Porto Rico, Puerto Ricans were deemed not entitled to jury trials because they lived in “ancient communities” with “customs and political conceptions” alien to “institution[s] of Anglo-Saxon origin.”
The racist assumptions that undergird the Insular Cases were widely shared at the time. Just five years before Downes, in Plessy, Brown also ruled that the Constitution permitted laws keeping white and black Americans “separate but equal.” There, too, the court reasoned that if “one race be inferior to the other,” the Constitution could not “put them upon the same plane.”
But less than 60 years later, in Brown v. Board of Education, the court rejected Plessy and “segregation with the sanction of the law.” More recently, in Trump v. Hawaii, the court overturned Korematsu v. United States, a World War II decision that allowed the “morally repugnant” internment of more than 100,000 U.S. citizens of Japanese ancestry. Acknowledging that internment was imposed “explicitly on the basis of race,” Chief Justice John Roberts announced in 2017 that it had “been overruled in the court of history” and had “no place in law under the Constitution.”
Unlike Plessy and Korematsu, the Insular Cases remain “good law,” even though they rest on similarly repugnant views about the inferiority of certain races. The ACLU and other “friends of the court” have urged the Supreme Court to reject the troubling double standard it created long ago and affirm that Puerto Ricans have full constitutional membership. I co-authored the ACLU’s amicus brief.
The Supreme Court can easily do this: The Constitution says nothing of “incorporated” or “unincorporated” territories; only the court’s own cases that stand in the way. And stare decisis—respect for precedent—is at its weakest when the court erroneously interprets the Constitution, since only the court “can alter” its own holdings.
Overruling the Insular Cases and their doctrine would not solve Aurelius one way or another. It wouldn’t even compel the court to apply its appointments clause doctrine, because the court can still hold that members of the board are territorial officers, not “of the United States.” Importantly, it wouldn’t force the issue on the complex question of statehood. Puerto Rico would remain a territory within the original meaning of the Constitution—any change on that score, when it comes, must respect the views of Puerto Rico residents. And it would not, as some have suggested, open the door for greater federal control over U.S. territories and the District of Columbia—or threaten self-governance in either. Under settled law, Congress already has its most sweeping, or “plenary,” power over both. And it is well within that power to afford them meaningful home rule.
But it would still matter—deeply. The Insular Cases cast a 120-year-old shadow on the rights of the residents of Puerto Rico. That they do so for racist and troubling reasons adds insult to (constitutional) injury. The Supreme Court may not be able to solve Puerto Rico’s debt problems, but it can affirm that residents of Puerto Rico—including more than 3 million U.S. citizens living under U.S. sovereignty—have the same constitutional protections as the rest of us. 

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Wednesday, October 9, 2019

WILLIE COLÓN - EL HIJO Y EL PAPÁ

No me había dado cuenta que la previa versión tenía solo una pantalla negra. Para mi es un elogio que llegó a tener casi 8,000 plays. Gracias! Este video es una compilación de mis 4 hijos. Willie, Diego, Alejandro Miguel y Antonio.

Friday, September 27, 2019

La pantomima ambientalista-







Axel Kaiser Director ejecutivo Fundación para el Progreso

Pocos temas en la época moderna han adquirido un carácter más religioso que el del medioambiente, en especial el calentamiento global. La histeria verde se globalizó con el documental de Al Gore “Una verdad incómoda” en 2006, en la que el posterior Nobel de la Paz haría una serie de predicciones catastróficas que no ocurrieron dentro de los plazos anunciados y que, por lo visto, no sucederán.


De ahí en adelante, el negocio del calentamiento global creció en la forma de miles de millones de dólares de subsidios gubernamentales y de ONG para todo tipo de investigaciones y proyectos que, de alguna manera, se vincularan con el apocalipsis climático. Los profetas del fin de mundo —nada nuevo en la historia humana— dicen que la ciencia está clausurada y se encargan de perseguir como hereje a cualquiera que se atreva a poner en duda su tesis.

Pero como cualquiera que haya leído a Karl Popper entiende, lo que distingue a la verdadera actitud científica del dogmatismo ideológico y religioso, es la apertura que la primera tiene a aceptar evidencia en contrario y la realización de que las verdades científicas avanzan sobre la base de conjeturas y refutaciones. En otras palabras, sólo un enunciado que puede potencialmente ser demostrado como falso es realmente científico, lo que implica que la verdad nunca es definitiva. Afirmar que todos los cisnes son blancos, por ejemplo, es un enunciado de ese tipo, pues un experimento que recolecte suficiente información podría concluir que hay cisnes negros. Sostener que Dios nos guía en la Tierra no lo es, ya que no hay experimento posible con la capacidad de refutarlo. Se trata, en este último caso, de un dogma o una cuestión de fe.



El clima sin duda es, en principio, un asunto científico, extremadamente complejo por lo demás. Pero la actitud de muchos de quienes abrazan la agenda climática es religiosa, pues no están dispuestos a aceptar la posibilidad de que emerja evidencia que rebata su análisis. Más allá de si tienen razón o no —tal vez la tengan —, los profetas del apocalipsis se han identificado de tal manera con su causa que les resulta imposible concebir la opción de que las cosas no sean como dicen. Por eso, a cada científico —incluidos premios Nobel en física— que plantea escepticismo sobre el “consenso” instalado lo linchan y acusan de ser financiado por las corporaciones petroleras.

La última moda en este irracionalismo —la tendencia de privilegiar emociones por sobre la búsqueda de la verdad— es la adoración de una joven de 16 años con Asperger a la que han presentado como la salvadora de la humanidad, a pesar de que no posee los mínimos conocimientos sobre el tema del que habla. Se trata de un verdadero escudo humano de la causa ambientalista al que difícilmente se puede someter a un escrutinio riguroso, por lo cruel que parecería cualquiera que lo intentara.

Esto es tan evidente, que a sus defensores no les importó el hecho de que, como informó el medio alemán Taz, el viaje que Greta Thunberg realizó en velero desde Europa a Nueva York bajo el pretexto de que así no generaría emisiones, culminó dejando un rastro de carbono mayor que si hubiera tomado un avión. Ello, porque fue necesario enviar a cinco personas en un vuelo transatlántico para poder traer la embarcación de regreso a Europa. Es más, incluso el capitán 
que lo condujo durante la travesía anunció que regresaría en avión a su país. Así, en lugar de haber volado ella con su acompañante, volaron seis personas para hacer posible la puesta en escena, la que tuvo mucho de show, pero poco de conciencia ambiental.

En un tiempo la tendremos en Chile, donde seguro moverá hasta las lágrimas a opinólogos, intelectuales, políticos y a las hordas de redes sociales. Esperemos que al menos en su viaje hasta acá sus managers consideren comprarle un pasaje en avión, de lo contrario nos habrá acercado un poco más al holocausto que dicen querer evitar.

Saturday, September 14, 2019

TE ESTAN BUSCANDO WILLIE COLON HECTOR LAVOE

Antes del reggaeton, el rap, y el hip hop, dos adolescentes hacían una crónica de la vida en el barrio. Esto es calle de verdad.



Tuesday, August 27, 2019

PHOTOS THAT PROVE HUMANITY HAS REACHED THE POINT OF INDIFFERENCE

PHOTOS THAT PROVE HUMANITY HAS REACHED THE POINT OF INDIFFERENCE

Climate change is a reality, and it is aggravated day by day, so the issue is receiving more and more attention over time, and rightfully so.
The climate changes rapidly, affecting all forms of life on the Earth, and leading to consequences on natural ecosystems, biodiversity, health, the human economy, and cultures that depend on them. 
Global climate change has already led to huge effects on the environment, as scientists warned us earlier.
Some of the effects include intense and long heatwaves, loss of sea ice, accelerated sea levels rise. Moreover, glaciers have shrunk, ice on rivers and lakes is breaking up earlier, plant and animal ranges have shifted, and trees are flowering sooner.
We have reached a point of no return, so we can no longer deny or ignore our impact on the planet. Instead, we should become aware of the importance of our action and the gravity of the problem, and do all necessary to save this place for us and our future generations.
The following images illustrate the way we are changing the world:

Friday, August 23, 2019

¿Quién es más poderoso, California o Italia?

Tito Yang
@titoyang



¿Quién es más poderoso, California o Italia? ¿Quién tiene más poder de decidir su propio destino, New York o Jamaica? Contesta esas preguntas con sinceridad, y luego critica a los que desean que PR sea estado. No todos son seguidores ciegos de promesas vacías por parte de los que gobiernan. Algunos pensamos que algunos estados de USA tienen mucho más poder individual como parte de la unión de lo que tienen muchos países pequeños que son "independientes" en cuanto a política pero efectivamente son sucursales de intereses y dinero extranjero, muchas veces sucio. Querer que Puerto Rico sea "libre" de USA no es necesariamente igual a querer lo mejor para Puerto Rico. Tu imaginación idealista y tus poemas no borran la realidad globalista de la tierra en la que vivimos, donde ningún Estado es realmente independiente, sino que TODOS los países en la tierra están subyugados de una manera u otro, oficial o extraoficialmente a las movidas económicas y/o militares de las super-potencias. Cualquier ilusión de independencia, de países que carecen de potencia militar, o grandes recursos naturales o económicos, es una pura paja mental en esta época.
No me gusta ningún partido de Puerto Rico. Especialmente los PNPs, porque prometen Estadidad cuando no está en sus manos conferirla. Pero yo pienso que Puerto Rico estaría mejor y tendría más autonomía con un estatus de igual, de tú a tú con otros estados de la unión, que siendo "independiente" y convirtiendose en una especie de nueva "Islas Caimán" o los "Seychelles", para ser invadida económicamente por gente de China, Rusia, USA o los Emiratos, que no tendrían ni siquiera que tomar en consideración las autoridades de USA para apoderarse de cuanta mierda. Compran hasta el Yunque, todo lo que son tierras federales protegidas, etc... Miren otros países. Yo he tenido la fortuna de viajar mucho, tanto en USA como a otros países. Y de verdad que uno se da cuenta rápido que el nacionalismo es una farsa inventada por los antiguos dueños del feudo para que sus súbditos pelearan ciegamente para defender las riquezas del patrono. Me cago en todas las banderas, y yo tengo tres.
Y que la gente pelee o llame de morones a todo el que piensa distinto es la razón por la cual nada va a mejorar. La independencia de los países pequeños que no tienen industria no existe. Todos son economica o politicamente dependientes de las super-potencias. Y en muchos casos, no tienen ninguna protección similar a las conferidas a los ciudadanos por constituciones como la Americana. Sólo un desahogo, para los que no saben cuánto vale esta ciudadanía hasta que estás en otros países, o ves a gente arriesgando la vida por tratar de conseguirla. Las cosas que tomamos por sentado especialmente en Puerto Rico, por la situación única que tenemos. Fuimos invadidos, por los Españoles primero, por los Americanos después. Pero tratar a todos los Americanos como si ellos fueran como la gente del congreso es tan estúpido como asumir que TODOS los Boricuas son como Ricky Rosselló o Rivera Shits. Es una falacia. No todos los Americanos son como Trump, ni todos los Boricuas son como Bad Bunny. Dejense todos de pendejerías. No importa lo que creas, apóyalo con datos. Decir que todos los que creen x o y son morones es una moronidad en sí misma.
A tí los estadistas te parecen morones, arrodillaos, etc, y maybe algunos hasta lo son. Maybe algunos son MAGA o Pro-Clinton y siguen ciegamente una filosofía. Pero no hay nadie más dos-caras que los independentistas, que en FB 90% son independentistas y después en las elecciones no agarran ni el 3%... un chorro de hablamierdas es lo que son. Yo los quiero a todos por igual, no tienen la culpa de que el sistema de educación nos falló a todos, y los manipuladores tienen sus garras bien metías ahí.
Lo que sí, definitivamente es una soberana mierda y se tiene que acabar, es el ELA. La colonia. Lo que no entiendo como todavía existe es el PPD.
Eso era todo. 🤣😎
Sinceramente, un Boricua con dos pasaportes, extranjero siempre en su propia tierra.
1er Gallo Boricua de la RedBull Batalla de los Gallos Internacional. MC Boricua/Italiano fundador del colectivo LIDE de la escena de Hip-Hop Boricua.

Wednesday, August 21, 2019

MARTINICA ERA UNA COLONIA Y AHORA ES UNA REGIÓN DE FRANCIA





Bandera Nueva
Bandera Antigua



Martinica es un departamento de ultramar de Francia. En 1946, la Asamblea Nacional francesa votó por unanimidad para transformar la colonia en un departamento de Francia. Tiene una superficie de 436 millas cuadradas.

También es la región ultraperiférica de la Unión Europea. Los habitantes de Martinica son ciudadanos franceses con plenos derechos políticos y legales. Martinica envía cuatro diputados a la Asamblea Nacional francesa y dos senadores al Senado francés.


Martinica es una región de Francia y, por lo tanto, es parte integral de la República Francesa. Como parte de Francia, Martinica es parte de la Unión Europea y su moneda es el euro. Al igual que Puerto Rico, Martinica tiene dos idiomas; el idioma oficial es el francés, y prácticamente toda la población habla criollo antillano (Créole Martiniquais).


En 2014, Martinica tuvo un PIB total de 8.400 millones de euros. Su economía depende en gran medida del turismo, la producción agrícola limitada y la ayuda de Francia continental.


Los empleados de Martinica ganan un promedio de $ 41,499, que van desde $ 26,388 en el percentil 25 a $ 51,237 en el percentil 75, con los mejores ingresos (el 10% superior) ganando más de $ 69,067.

MARTINIQUE WAS A COLONY AND IS NOW A REGION OF FRANCE

Old Martinique Flag
New Martinique Flag











Martinique is an Overseas Department of France. In 1946, the French National Assembly voted unanimously to transform the colony into an Overseas Department of France. It has a population of 376,480 as of 2016 and a surface area of 436 square miles.

It is also an outermost region of the European Union. The inhabitants of Martinique are French citizens with full political and legal rights. Martinique sends four deputies to the French National Assembly and two senators to the French Senate.

Martinique is a region of France and is therefore integral part of the French Republic. As part of France, Martinique is part of the European Union, and its currency is the Euro. Like Puerto Rico, Martinique has two languages; the official language is French, and virtually the entire population speaks Antillean Creole (Créole Martiniquais).

In 2014, Martinique had a total GDP of 8.4 billion euro. Its economy is heavily dependent on tourism, limited agricultural production, and grant aid from mainland France.

Martinique employees earn an average of $41,499, ranging from $26,388 at the 25th percentile to $51,237 at the 75th percentile, with top earners (the top 10%) earning more than $69,067.

Saturday, August 10, 2019

LO DE WILLIE COLON EN POCAS PALABRAS

LO DE WILLIE COLÓN EN POCAS PALABRAS

Los sectores soberanistas y de izquierda le tendieron una emboscada a Willie para hacerlo ver como enemigo del pueblo.
Willie nunca defendió a Ricky Roselló de las acusaciones por corrupción. Su condena fue a las mentiras demagógicas que utilizó la izquierda para secuestrar la opinión publica. ( Lea su mensaje original y lo verá.)
Afortunadamente, los hechos hablan solos...
Miles de boricuas coinciden en las redes con lo dicho por WILLIE, pero ni una sola figura pública lo ha hecho. Esa improbable desproporción demográfica demuestra que existe un temor a expresarse, que la opinión pública, como lo denunció Willie, sí ha sido secuestrada. Gracias, Willie Colón, por luchar a favor de la libertad de expresión en Puerto Rico.