A ti, hermanito oficialista, te pido que vayas a uno de los numerosos puestos de comida callejera en Delicias, por la Calle 72 y veas con tus propios ojos el enjambre de niños de todas las edades pidiendo sobras, pedacitos de pan, lo que queda del refresco… o más humilde y conmovedor: en mi barrio Altos de Jalisco, las pizzas más divinas y económicas de Maracaibo que sólo las piden para llevar porque en cuanto las sirven, una avalancha de niñitos hambrientos vienen a pedir un pedacito…
¿Cómo puedes aceptar que al cabo de tanto poder omnímodo, ley habilitante, el petróleo a todos los precios, incluso bonos de la deuda pública comprados por Goldman Sachs, Nicolás Maduro haya permitido el gran empobrecimiento nacional?… toda la clase media arruinada y los pobres sencillamente sin poder comer completo… ¿Por qué no inventó algo diferente como los chinos, los vietnamitas, los ecuatorianos? ¿Cómo pudo atrincherarse entre el besamanismo y los cortesanos, apartado del pueblo hambriento por el gas lacrimógeno y las ballenas, sin atreverse a hacer lo que recomendaron todos los economistas, incluso los socialistas de Venezuela y el mundo?
¿Y aún así quiere una Constituyente con sus amiguitos, la trampa de algunos que votan dos veces mientras la gran mayoría se quede sin representación directa? No, No, mil veces No… Nuestro Señor Dios no puede permitirlo, nuestra gloriosa juventud hasta se ha dejado matar por eso… de premiar la incapacidad con una Constituyente a la medida de su impopularidad, sería el mayor ejercicio de indolencia, impiedad, cinismo y barbarie de toda la historia de Venezuela…
Reply ·
No comments:
Post a Comment