Rafael Viera: El último de los mohicanos...

"La partida de Rafael Viera marca el fin de una época. Ya estamos en unos tiempos donde no existe el vinyl, ni los cassettes mucho menos los cartuchos de  ocho pistas"

El sol también se ha puesto sobre el CD que fue en un tiempo la esperanza de los disqueros contra el pirateo pero resultó ser un caballo de troya. 

Durante todos esos tiempos hubo un guardián de llama... Las grabaciones son literalmente un récord de un tiempo, un artista, un pueblo en un dado momento. Cuando conservas eso; conserva todo lo relativo a estas obras. No nos damos cuenta pero ahí están los trabajos de los músicos con los del arreglista con el del compositor, el sonero, el ingeniero, el artista grafíco, et al.

Quizás empezó com un fan de la música (Él reclamaba ser Tanguero) pero fue cuando decidió tomar la Salsa como un negocio para asegurar que esa música no se desaparezca que se convirtió en un pilar de la Salsa mundialmente. 

Cuando Héctor y yo, adolescentes; íbamos a Puerto Rico, Don Rafa siempre estuvo presente y dispuesto a ayudarnos. Y creanme que muchas veces traíamos unos dramas complicados con mujeres, guapetones, familia, etc. Viera, con mucha calma 
nos ayudaba resolver nuestros bochinches. 

Los salseros le debemos las gracias por proteger nuestro patrimonio. Si no fuera por Rafael Viera no llegaríamos a todos los lugares que suena nuestra música. Fue prácticamente nuestro instituto Smithsonian.

Nos dejó su hijo Richie que se ha dedicado a nuestra música y cultura como hizo su padre. 

Como dijo el personaje Chingachgook (Rafael Viera) y dice la frase de la que se saca el título al libro El último de los mohicanos, hablando de su hijo "Cuando Uncas (Richie) siga mis pasos, no quedará ya nadie de la sangre de los sagamores, pues mi hijo es el último de los mohicanos."

Richie, que Dios tenga a tu papá en sus brazos y le brinde vida eterna en su reino. Y que te de fe y resignación para seguir pa'lante. Cuenta conmigo eres el último de los mohicanos.